La comedia humana

Autor: Clément Moreau
Editorial: Sans Solei Ediciones
Materia: Guerra
ISBN: 9788494611933
Formato: Rústica con solapas
Páginasr: 166

Reseña

La gran obra gráfica del antifascismo en el exilio.

La comedia humana fue publicada originalmente en Argentina como tira de prensa entre 1937 y 1938. Constituye uno de los esfuerzos más notables del antifascismo gráfico en el exilio por alertar de los peligros del totalitarismo y por luchar en favor de una Europa democrática, humana y socialmente comprometida. Las imágenes de este libro forman un registro descarnado de las consecuencias inmediatas del nazismo en la vida social de la época y de los horrores que sufrieron los opositores al régimen: la persecución política de la disidencia, el clima enrarecido que favorece la delación y los chivatazos, los interrogatorios, las torturas, el encarcelamiento, los montajes, el ensimismamiento de una colectividad que mira hacia otro lado… la destrucción, en definitiva, de una sociedad y de las relaciones interpersonales, hasta el punto de forzar la huida, el escape, el exilio, a riesgo de perder la vida. La comedia humana ofrece un valioso testimonio sobre el resquebrajamiento moral de la sociedad alemana mediante el depurado estilo expresivo de Clement Moreau, alumno aventajado de Käthe Kollwitz y figura comparable a la de Frans Masereel por su compromiso y reivindicación de una tradición humana y social.

Incluye apéndice con la serie autobiográfica de diecinueve linograbados Fürsorgeerziehung [Educación asistencial], realizada por Moreau en 1929, en la que se representan las duras condiciones de vida de los menores en una institución de asistencia social, obligados a trabajar en el campo y en las fábricas armamentísticas cercanas, y sometidos a un estricto régimen autoritario que no escatimaba en castigos físicos.


Clément Moreau (1903-1988). Criado en el seno de una familia desestructurada, pasó una dura infancia internado en distintas instituciones asistenciales. Hacia 1927 dio comienzo su formación artística como aprendiz de Käthe Kollwitz y, a lo largo de diversas estancias en París o Berlín, frecuentó a figuras de la talla de Georg Grosz, John Heartfield, Emil Orlik o Frans Masereel. El ascenso de Adolf Hitler al poder le obligó a vivir en la clandestinidad. Huyó inicialmente a Suiza, y ya en 1935 partió hacia el exilio en Argentina, donde desarrolló la mayor parte de su obra.