Recuerdos de juventud
Autor: Witold Gombrowicz
Editorial: El Cuenco de Plata
ISBN: 9789874489227
Reseña
Un escritor, por más aislado del mundo que se halle, escribe siempre para alguien, aunque sea un lector imaginario. Por supuesto, se escribe de forma diferente para un lector culto o para un crítico que para un vulgar devorador de papel impreso. Pero en aquellos años incluso al dirigirse a los “de abajo” se escribía “desde arriba” y aun cuando el escritor descendía al nivel de las masas, lo hacía en la medida en que su cultura y su buena educación literaria se lo permitían.
Mi proyecto era en este sentido extraordinariamente radical: entregarse a la masa, rebajarse, convertirse en un ser inferior, no solamente describir la inmadurez, sino escribir “con ella”; en una palabra, fue esa idea que más tarde definí enunciando un postulado según el cual en la cultura no solamente el inferior debe ser creado por el superior, sino también a la inversa: el superior por el inferior.
Witold Gombrowicz (Małoszyce, 4 de agosto de 1904 – Vence, 24 de julio de 1969) fue un novelista y dramaturgo polaco, nominado en vida al Premio Nobel de Literatura en cuatro ocasiones consecutivas (1966—1969). Vivió durante 24 años en Argentina, a la que consideraba como su segunda patria. Witold Gombrowicz nació en el seno de una familia acomodada perteneciente a la nobleza polaca. Estudió Derecho en la Universidad de Varsovia desde 1926 hasta 1932. Por esta época, paralelamente, comienza a frecuentar los circuitos culturales de la ciudad, como los cafés Zodiak y Ziemiańska junto a otros jóvenes escritores e intelectuales. En 1933, Gombrowicz publica algunas historias cortas reunidas bajo el título de Memorias del período de la inmadurez obteniendo pobres críticas (Este libro será posteriormente reeditado, con el añadido de tres cuentos más, con el nuevo título de Bacacay o Bakakaï). Su primer éxito llega en 1937 con la novela Ferdydurke, que ganó notoriedad a raíz de la virulenta crítica dirigida a la parte nacionalista de la sociedad de Varsovia. Algunos días antes del estallido de la II Guerra Mundial viaja, invitado con una embajada de escritores polacos, a la Argentina. Durante el viaje, Alemania invade repentinamente Polonia y ante los acontecimientos que se producían en Europa, Gombrowicz decide permanecer en Buenos Aires, donde vivirá, al comienzo, en condiciones de extrema pobreza. Por mediación de varios conocidos de su misma nacionalidad, acaba por obtener un trabajo en la sucursal argentina del Banco Polaco (es en las horas muertas en este puesto de trabajo donde, ocultándose de su jefe y compañeros, escribirá Transatlántico, como él mismo explica en el prólogo a la novela).