Post Scriptum
Autor: Søren Kierkegaard
Editorial: Ediciones Sígueme
Materia: Filosofía
ISBN: 84-301-1756-7
Formato: Cartoné, 14,5 x 21,5 cm.
Páginas: 608
Reseña
En 1844, bajo el pseudónimo de Juan Clímaco, Kierkegaard había publicado Migajas filosóficas, obra en la que diferenciaba radicalmente la filosofía sistemática con pretensiones absolutas (Hegel) del socratismo, y a éste, de la relación única entre el maestro y los discípulos, tal como se establece entre Cristo y los cristianos.
Dos años más tarde, el mismo Juan Clímaco (y su «editor», Kierkegaard) se vio en la obligación de hacer una serie de apostillas a dicho texto. En ellas profundizaba en los muchos matices del problema de cómo cabe siguiera pensar que la eternidad se relacione con el tiempo, o sea, que Dios y la historia puedan estar de algún modo en contacto y el individuo existente pueda realmente convertirse ya ahora en seguidor de la verdad plena y eterna.
La empresa no puede ser más atrevida: formular los fundamentos de una ontología existencial donde la libertad y el amor hallen cabida e incluso se conviertan en el núcleo de un nuevo pensamiento antisistemático y más profundo que cualquier intento de sistema.
Søren Kierkegaard nació en Copenhague en 1813. Estudió teología y filosofía, reaccionando apasionadamente contra la filosofía hegeliana. Tras la muerte de su padre en 1838, se interesó vivamente por los problemas religiosos. Graduado en 1841, recibió la licencia de pastor, pero pronunciado su primer sermón, comprendió que esa no era su vocación. Enfrentado con la Iglesia luterana de Dinamarca, se dedicó a la filosofía y a exhortar a sus contemporáneos por medio de escritos, en lo cual gastó su herencia.
Su pensamiento es apasionadamente crítico y vitalista. Murió, agotado, arruinado, en medio de sus combates, el 11 de noviembre de 1854.
Entre sus numerosas obras cabe destacar: O lo uno o lo otro (1843), Migajas filosóficas (1844), Postscriptum definitivo y no científico a las migajas filosóficas (1846), Las obras del amor (1847) y El instante (1855).